Desde hace unos meses, mi ánimo se parece a una montaña rusa. Siempre me gustaron las atracciones fuertes, el látigo, el Dragon khan... Pero al final acababa mareado y descargando bilis en alguna esquina.
Desde hace unos años, se han encadenado una serie de circunstancias adversas, que me han golpeado inclementes hasta hacerme vagar KO por el ring. Muerte, enfermedades , crisis personales me han utilizado de sparring. Soy un buen fajador, y tengo buena cintura, amago, esquivo y mi juego de piernas sigue siendo ágil y rápido, pero de vez en cuando no puedo esquivar un gancho en la mandíbula que me hace perder el pie y debo agarrarme a las cuerdas.
Desde hace unos años, se han encadenado una serie de circunstancias adversas, que me han golpeado inclementes hasta hacerme vagar KO por el ring. Muerte, enfermedades , crisis personales me han utilizado de sparring. Soy un buen fajador, y tengo buena cintura, amago, esquivo y mi juego de piernas sigue siendo ágil y rápido, pero de vez en cuando no puedo esquivar un gancho en la mandíbula que me hace perder el pie y debo agarrarme a las cuerdas.
Contraataco con furia, pero mis golpes se pierden en la nada. ¿Contra quién estoy luchando?... Suena la campana y me retiro a la esquina donde mi esposa, me limpia las heridas, me ofrece su agua milagrosa y me acoje entre sus brazos. Son instantes en los que me siento feliz y protegido, en los que por un momento parece que el combate ha terminado, y que estoy descansando en mi cama, pero cuando estoy en lo mejor de mi sueño, de nuevo suena la campana....
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