Hoy es un día de reflexión, después de asumir y aceptar que estoy profundamente enamorado de ti, solo pido nobleza para merecerte, sabiduría para conservarte, tiempo para que nuestras aguas recorran cantarinas el curso de la vida. Ayer mientras te besaba, sentía un inmenso deseo de compartir nuestros cuerpos en un abrazo cósmico, deseé desnudarte poco a poco, admirar la belleza de tu piel rosada, moldear tu cuerpo con mi manos, sentir el calor de tu vientre sobre el mío, deseé dejar en tus entrañas el mensaje de mi amor más profundo, que nuestras sangres se mezclaran en una sola sangre, pero no era un deseo loco, era un deseo consciente e intenso que aceptaba la espera y se crecía en ella.
Ayer te dije que me hubiese gustado tener un hijo contigo, y ahora tras la reflexión, lo confirmo, compartir una vida con el ser amado es la cumbre del amor, y yo te quiero con la consciente plenitud de mi madurez.
Sé que ayer empezó una nueva etapa , una etapa en que nuestras vidas paralelas ya no se alejarán jamás aunque no puedan acercarse todo lo que quisieran. Solo deseo tu felicidad, porque tu felicidad será la mía, gracias por ser, por estar y por compartir conmigo tus sentimientos y tu confianza.
Soy un hombre afortunado y espero ser digno del amor que comparto, que la luz me ilumine para conservar y acrecentar la mayor de las riquezas que puede atesorar el hombre.
Te quiero.
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