"El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que tenia una empresa, sus trabajadores le temian y le respetaban, no importaba que trabajaran 12 horas al dia ellos y sus mujeres, que no tuviesen seguros ni que los accidentes laborales se multiplicaran dia a dia, el patrón les daba pan y morada a ellos y a sus hijos. ¿Qué más podían desear?
Pero, una noche, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, varios de sus agentes se infiltraron entre sus fieles obreros y empezaron a contarles historias sobre derechos sindicales, seguridad e higiene y prestaciones sociales. Cuando brotó la hierba y echó espiga, entonces apareció también la cizaña. Los siervos del amo acudieron a decirle: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña? É les dijo: Algún enemigo lo hizo. Le respondieron los siervos: ¿Quieres que vayamos y la arranquemos? Pero Él es respondió: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis junto con ella el trigo. Dejad que crezcan ambas hasta la siega. Y al tiempo de la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; (gracias a dios, el despido sigue estando tirao de precio), el trigo, en cambio, almacenadlo en mi granero.
Preguntaron los segadores. – Señor, ¿y si la cizaña se ha extendido tanto que ha cuajado en nuestro sembrado?-
-Si la cizaña se ha extendido demasiado, pegadle fuego a la mies, que con lo que me pagará el seguro que acabo de contratar, viviré como dios. En el fondo esos desgraciados me han hecho un gran favor, entre lo que se llevaban los recaudadores y la parte que me pedían ellos, no me quedaba ni el ochenta por ciento del grano, ahora que se jodan y coman mierda.
Preguntaron los segadores. – Señor, ¿y si la cizaña se ha extendido tanto que ha cuajado en nuestro sembrado?-
-Si la cizaña se ha extendido demasiado, pegadle fuego a la mies, que con lo que me pagará el seguro que acabo de contratar, viviré como dios. En el fondo esos desgraciados me han hecho un gran favor, entre lo que se llevaban los recaudadores y la parte que me pedían ellos, no me quedaba ni el ochenta por ciento del grano, ahora que se jodan y coman mierda.
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