En los años de mi adolescencia, cuando nuestras calderas estaban a punto de estallar, solo nos quedaba la opción del autoservicio o recurrir a una profesional. Las chicas de la época eran muy diferentes de las actuales, los codos por delante en los bailes apretados, los besos esquivos, los magreos clandestinos en un cine de barrio ...
Un paseo por los bares de la calle Robador, en pleno barrio chino, viendo a la mozas subir y bajar por entre los sucios portales. Al fin una que me pareció digna de desvirgarme, joven, bien formada y con una mirada triste
-¿cuanto? - Trescientas y la cama aparte- ¿ya tienes 18 años? -Si claro ¿es que no se nota?.
Me lanzó una mirada condescendiente y me dijo,- sigueme.
Suvimos por una sucia escalera, al llegar a la primera planta, nos esperaba el segurata de la epoca. -Son 5 duros- , pagué y entramos en el cuartucho.
-Desnúdate, me dijo, mientras ella se quitaba la ropa a una velocidad de vértigo. Me sentó en el vidé y me hizo un lavado de bajos.- ¿Es la primera vez verdad? me dijo mientras me miraba con cierta ternura.
Me avalancé hacia sus pechos, pero ella me frenó diciendo- No apretes, con mucho cuidado, no quiero que me los soben. Me tendí en el catre, y se colocó sobre mi. Cuatro gemidos prefabricados y en un momento habia acabado la faena.
Salí a la calle y me fuí para la plaza real con una sabor amargo en la boca, me tome un tanque de cerveza con los cuatro duros que aun me quedaban y me fuí para casa. No volví nunca más, para mi fué casi como una violación, consentida, pero una violación de mi inocencia, de mis ilusiones de todo lo que me habia imaginado.
Por eso me siento tan identificado con esta canción, porque para tantos y tantos de mi generación, ella fué "LA PRIMERA, DE SEGONA MÁ"
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