Me gustan los platos en su punto, el vino en su mejor añada, y el amor, cuando sus brotes estallan bajo la luz de las estrellas, ¡Cuantos platos exquisitos se desgracian por las prisas en servirlos o en saborearlos!
Los primeros besos, suaves y buscadores, prenden los troncos, luego las manos atizan las brasas que empiezan a crepitar y a alzarse en llamas. Poco a poco, el fuego va trenzando su mágica danza y el deseo comienza a bullir en la olla de barro, hay que servirlo en el momento exacto, si nos adelantamos puede quedar poco hecho, pero si nos descuidamos, entrará en ebullición y se verterá por el hogar estropeando lo que podía haber sido un momento mágico.
Esta noche he sentido el caldo del deseo rebullendo en mi sangre y he sabido que el momento se acerca, que tus llamas lamen con fuerza el cobre de mi alma y que pronto estaré "como agua para chocolate", espero poder mantener la pócima en su punto álgido sin dejar que se derrame....
JUANMAROMO
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