domingo, 7 de septiembre de 2008

EN EL AMOR Y EN LA GUERRA


Anoche me senti un hombre objeto … de deseo. ¡Que agradable es entregarse al torbellino de tus besos y tus caricias! Dejarse arrastrar por el vendaval de tus manos envolviendo mi cuerpo como una fina gasa. A veces me haces sentir como una mujer amada y deseada… desempolvas mi sensibilidad femenina, hasta que el macho se revuelve furioso y se defiende con uñas y dientes. Es un intenso cruce de deseos y sentimientos, una guerra incruenta en la que a veces vence gana Adan y a veces Eva pero en la que siempre, ambos salen vencedores ¿incongruencia?... ¡NO! Las batallas sensuales son las únicas en las que ambos bandos resultan victoriosos.

JUANMAROMO


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