sábado, 5 de enero de 2013

ESCALERA AL VACÍO


En la escalera hacia la autodestrucción cada peldaño desparece una vez traspasado, al principio puedes dar un salto y superar el escoyo, más tarde deberás utilizar la uñas y los dientes para intentar escapar del abismo, pero cada paso que das hacia el fondo se transforma en una trampa de la que es más difícil escapar. Hay muchos vientos que nos empujan hacia este sumidero, la depresión, los miedos o los celos, cada uno tenemos un remolino en nuestro corazón , es como un agujero negro que aniquila la paz, la alegría y la esperanza, la puerta de nuestro propio infierno del que ni la muerte puede liberarnos ¿no queda pues esperanza si nos alcanza el vórtice siniestro?. No hay peor enemigo que la soledad, no esa soledad física que a veces nos reconforta, sino esa soledad existencial que nos aísla,  nos margina y que nos hace presa fácil de los demonios del alma, solo el amor, el amor verdadero, es capaz de redimirnos de tamaña condena, solo una mano fuerte, generosa e incondicional nos dará soporte para emprender la escalada, pero nada, nada será posible sin la voluntad indomable de escapar de la muerte. de esa muerte solapada que nos deja seguir respirando para alimentarse de nuestro sufrimiento y nuestra desesperación, y que intentará atraer hacia ella a todos aquellos que intenten rescatarnos. La familia y los amigos son los únicos que uniendo sus manos y su amor podrán tender una escalera que nos permita ascender de nuevo hacia la luz, los únicos que un día nos estrecharán entre sus brazos cuando hayamos conseguido escapar de los infiernos.
JUANMAROMO


LA SEMILLA DE LILITH


El amor es una pequeña semilla, a veces insignificante, a veces esquiva que puede presentarse en forma de mirada, de abrazo o de un ligero roce de manos, pero en el momento en el que arraiga, ya no podemos desprendernos de ella. En ese mismo instante empieza a desarrollarse, busca los órganos más sensibles del organismo como el corazón y el cerebro para extender sus raíces asegurándose el alimento y segrega unas sustancias estupefacientes como la pasión y la  ternura con tal poder de adicción que a los pocos días ya no podemos desprendernos de ella.
Al igual que algunos opiáceos produce una extraordinaria sensación de placer, de tal manera que aquellos que la han probado ya no pueden prescindir de ella, y cuando la han perdido padecen un síndrome de abstinencia que incluso puede arrastrarles al suicidio, pero si se sabe dosificar, puede proporcionarnos viajes de una increíble belleza. 
A diferencia de otras semillas, solo puede fructificar de dos en dos, es necesario que a cada brote le corresponda otro gemelo, de lo contrario se marchita y acaba pudriéndose. A pesar de su rápida propagación es sumamente delicada y necesita de muchos cuidados, una vez alcanzada la madurez, pide fructificar y reproducirse, en muchos casos, tras una rápida floración acaba mustiándose por falta de riego y dedicación o se queda como una planta decorativa perdiendo su aroma y su frescura.
Los  fitólogos aseguran que sus propiedades decaen a partir del cuarto año, pero lo cierto es que se conocen ejemplares capaces de sobrevivir a sus huéspedes. De una u otra forma, una vez arraigada es muy difícil de erradicar, los intentos por arrancarla pueden producir sufrimiento e incluso la muerte, por lo que, en caso de no poder soportar sus efectos es mejor mantenerse fuera de su alcance.
Se conocen  otras sustancias alternativas como L'encognament, o Le caprice, pero ninguna de ellas posee la belleza  la intensidad y la pervivencia de esta pequeña simiente que algunos han llegado a bautizar como "La semilla de Lilith".
JUANMAROMO