Hay momentos en los que desparecen todas los coordenadas,
los péndulos se detienen, los trenes entran en vía muerta y los astros
vivaquean en el espacio. Instantes en los que las galaxias se pierden en tus
ojos, el infinito se oculta entre tus
muslos y la voz de dios resuena en tus suspiros.
Hay fragmentos de vida que se
graban en el recuerdo con el fuego de lo increíble, abrazos incendiarios en los
que tú y yo somos daños colaterales, besos que empiezan pero que nunca acaban
porque sin tu aliento no me vale la vida.
La eternidad cabe en el soplo de un
beso, en el brillo de una mirada, en el aullido lunar de los orgasmos. mi vida
nace en la concha de tu madreperla y bebe la leche frutal de tus dorados racimos.
Cuando tu boca se inunda de mi pulpa y nuestros fluidos candentes se mezclan y
se funden, pienso que valió la pena nacer, vivir y morir mil veces para volver
a sentirme dios entre los hombres y hombre entre los dioses, para volver a
sentirme parte indisoluble de tu vida, parte indisoluble de tí.
JUANMAROMO
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