martes, 7 de junio de 2011

¡CARAJO CON EL BADAJO!



Últimamente tengo el badajo algo díscolo,  a veces zanganea a la hora de misa por mucho que le tiren de la cuerda, y otrora,  sin venir a cuento se pone a tocar a rebato como si ardiera el monte.
 La confianza da asco, como llevamos muchos años juntos, se permite hacer la guerra por su cuenta. Aun recuerdo como tocaba a maitines, al ángelus y al rosario con tales bríos que no había más remedio que concelebrar sin esperar bula. No distinguía laborables o feriados, cualquier día era bueno para repicar a Gloria, y sin embargo ahora, cuando requiero sus servicios, levanta la cabeza y con su único ojo me mira desdeñosamente, y vuelve a enroscarse en el campanario. He de hablar muy seriamente con ese zascandil y llegar a un pacto de no agresión, porque a mí la liturgia me es cada día más grata y no estoy dispuesto a que por su culpa se marche la feligresia a buscar nuevo párroco.
Ya le advertido que si no retoma las buenas costumbres, le someteré a unas sesiones de terapia manual intensiva hasta que recupere su brillo y si ni aun así entra en razones, unos chutes de pastilla azul, y tendrá que hacer triple jornada un día sí y otro también. En estos momentos, lo siento remolonear en su guarida, pero ya le he advertido, que a mí nadie me hace un feo, y que como vuelva a dejarme la misa sin repique, tendrá que recuperar las jornadas perdidas por partida doble.  !A ver si aprende!.

JUANMAROMO

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