lunes, 27 de septiembre de 2010

LA HUELGA DEL 29 O EL DERECHO AL PATALEO


Estoy a favor de una huelga general, pero no de este simulacro de huelga promovida como derecho al pataleo por unos sindicatos impotentes e inoperantes.  Opino que deberíamos promover una operación derribo contra un sistema económico  cruel, injusto, inhumano  y apocalíptico. El poder económico en las sombras ha borrado del mapa países, instituciones y gobiernos, ha comprado políticos, jueces y organismos  supranacionales, ha planeado guerras y genocidios como si el mundo fuera un monopoly  y  tuvieran prisa en acabar la partida. Solo una huelga general indefinida, una revolución pacífica pero implacable podrá acabar con esta situación que amenaza la supervivencia de la sociedad y de la humanidad en su conjunto.
Todo esto viene a cuento, porque las tiendas y comercios de mi barrio han recibido amenazas de los piquetes en el sentido de que si abren el día 29, pueden sufrir desperfectos en sus cristales o incluso males mayores.  La huelga es un derecho fundamental, pero por encima aun está la libertad humana. Esta es una huelga de cartón piedra y los sindicatos, tras el fracaso de la de los funcionarios se juegan demasiado, por esos están amenazando y coaccionando a los ciudadanos que no quieren o no pueden secundarla.
Un país en el que la afiliación a sindicatos, y organizaciones de consumidores  es la más baja de Europa, es un país indefenso ante los poderes fácticos, pero ello no es excusa para emplear la violencia contra los que no secunden esta pataleta.
Estoy acostumbrado a que el gobierno, la banca y los medios de comunicación nos traten como a analfabetos, pero que las organizaciones que dicen defender nuestros intereses nos tomen por idiotas, eso ya es demasiado.
Si en verdad quieren movilizar a la población contra la gran mentira, contra la explotación del hombre y de la tierra y contra “El gran depredador”, pueden contar conmigo, pero si lo que pretenden es  “Cambiar algo para que nada cambie” , lo siento, se han equivocado de tonto.

Juanmaromo

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