domingo, 3 de mayo de 2009

MAMÁ



Mi querida mamá, desde tus ochenta y tres años , todavia me cuidas, me mimas me vigilas. Todavia me llamas cuando estoy constipado y me preparas la paella cada fin de semana. Tienes la fuerza de la juventud, la energia de tu sangre aragonesa y la belleza que aún conservas a pesar de las penas y los sufrimientos.

Nuestra relación no ha sido facil, fui un niño rebelde, contestón, mal estudiante. Siempre llegaba a casa con las rodillas negras y la ropa manchada, a veces con la cabeza y la cara llena de sangre. A veces incluso te aguanté la mano cuando pretendias darme una bofetada. Te dí muchos disgustos con mis juergas nocturna, mis borracheras y mis devaneos con las drogas. Te desobedecí en todo lo que pude y amargué la vida a tu otro hijo, ( y hermano mio) hasta llegar a la bronca continua.

Pero todo ello lo hacia por llamar tu atención, para que me miraras, para que dejaras el trabajo un rato y me contaras un cuento o me acunaras en tus brazos, siempre te quise con un amor inmenso, y ahora que aún tengo la suerte de poder decirtelo mirandote a los ojos, te digo que te quiero, que siempre te he querido, que aun en los momentos dificiles, cuando yo buscaba mi camino y tu me empujabas en contra de mi voluntad, por la senda correcta, te queria.

Hoy eres un ejemplo de la alegria, la fuerza y las ganas de vivir que se puden disfrutar a pesar de los años. Por eso y por millones de cosas que guardo en mi corazón. Por aquella niñez maravillosa cuando te espantaba a los moscones que te piropeaban por la calle, cuando me levantaba por la noche fingiendo tener miedo para poder arrebujarme entre tus brazos y tu me acojias como si todavia fuera un bebecito, por todo ello te dedico este poema, me hubiera gustado escribirte uno de mi puño y letra, pero a veces las palabras y las letras se quedan atravesadas en el corazón, pero este soneto que Joan Manuel escribió a su madre, me permite decirte cosas que yo no sabria expresar mejor. TE QUIERO MAMÁ.


No es que no vuelva, porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos, dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina.

Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.

Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio,
y un manjar puede ser cualquier bocado

si el horizonte es luz y el rumbo un beso,
No es que no vuelva porque me he olvidado:
es que perdí el camino de regreso,

Mamá...





2 comentarios:

Aura dijo...

Una madre es el mayor de los regalos que podemos recibir...
Que bello homenaje el tuyo...
Cuidate

sil dijo...

intenso amor...yo tambien tengo mi madre ya mayor,86años,y ...sim, en la distancia se ve mas...se siente mas...me falta escribir algo para ella...bye,bye.solo la veo dos veces en el año.