En la primera visita a un centro reumatológico de prestigio, el diagnóstico fue inapelable, fibromialgia en su grado máximo. Tras asumir el trauma, decidimos recurrir de nuevo a las SS para buscar remedio o alivio, pero lo único que encontramos fue incomprensión y desdén por parte del “médico de familia” que nos correspondía. Gloria estaba totalmente imposibilitada para llevar una vida normal, hasta tal punto que estuvimos mirando sillas motorizadas para permitirle una mínima movilidad por la ciudad. Pues bien, en cuanto los “responsables” de las SS, tuvieron conocimiento del diagnostico, la respuesta fue inmediata. Inspección del ICAM , un tercer grado en el que fue tratada poco menos que de farsante y estafadora, y el alta inmediata.
No importaba que no pudiera caminar, que tuviese mareos y agotamiento, que el riesgo de ser atropellada en la calle o pisoteada en el metro fuese muy alto, la sentencia fue inapelable y despiadada, además durante seis meses, cualquier baja del tipo que fuese, debería ser tramitada por inspección, y no por el médico de cabecera.
Durante estos años hemos recurrido a la homeopatía, a la fisioterapia y a una alimentación cuidadísima para poder hacer la enfermedad soportable, y poder ir a trabajar con relativa normalidad aun a costa de grandes esfuerzos y sacrificios. El coste económico del tratamiento es muy alto, y lógicamente corre totalmente de nuestra cuenta. Desde hace dos años estamos esperando que se nos llame del Hospital del mar para hacer un seguimiento de la enfermedad, pues eso, estamos esperando. Hoy hemos “visitado” por primera vez al reumatólogo de la seguridad social. Un medico joven y sincero, que lo primero que nos ha dicho, es que tiene tres mil pacientes para él solo, que es imposible hacer un seguimiento, que lo único que podía hacer es darnos unos impresos de cómo tratar la enfermedad y que todo es un problema político y presupuestario.
Nos ha confirmado lo que ya sabíamos, que los facultativos no tienen ni idea de cómo tratar la enfermedad, y que además tienen órdenes de las altas esferas, de no dar bajas por enfermedades como la fibromialgia o el s.f.c.
Espero que nunca ni Ud ni nadie de su familia tenga que pasar por una situación tan cruel y tan aberrante que hasta a Kafka se le pondrían los pelos de punta.
1 comentario:
¡Estupenda iniciativa! Todo mi apoyo. Yo me pasé por mi enfermedad, el síndrome de Menière, yendo a trabajar en taxi desde mi ciudad hasta Barcelona más de 5 años porque era incapaz de realizar el largo viaje en transporte público de pie, con aglomeraciones, sin sufrir un ataque de vértigo y tener que bajar en cualquier estación para ir derecha al primer servicio que encontrara. Nadie en absoluto recoge este sufrimiento sino que encima te tratan de neurótica, histriónica -sin saber ni lo que quiere decir esta palabra como categoría nosológica-, etc.
Lo último que hemos de hacer es callar o darnos por vencidos. Demasiada gente está sufriendo lo indecible ante la indiferencia de muchos y la arrogancia, soberbia ignorancia, de gran parte del personal sanitario.
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