jueves, 10 de marzo de 2011

LA GENERACIÓN DEL 68 (capítulo v)

 Woodstock ha sido el mayor festival de música y arte de la historia, se celebró en el poblado de Bethel, New York, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969, congregó a unos 400.000 espectadores, 340.000 más de los que esperaba la organización, y se estima que 250.000 no pudieron llegar. La magnitud del festival es impresionante para la época, basta decir que el mayor festival nacional en la actualidad, el FIB Heineken, congrega cada año a unos 50.000 espectadores en Benicassim.
Woodstock es el icono de una generación, los miles de jóvenes que asistieron hicieron realidad sus ideales de paz y amor libre, mostrando su rechazo al sistema. Los chicos llevaban melena y amuletos, las chicas faldas de colores. Durante el festival se vivieron intensas noches de sexo, drogas y rock and roll.
Los asistentes fueron la confirmación de un movimiento que cambió una sociedad norteamericana hastiada de las guerras, que pregonaba la paz y el amor como forma de vida, un movimiento llamado de forma despectiva Hippie (que es una variante de hipster, "el que siempre quiere estar al paso de las últimas tendencias") Los asistentes fueron los verdaderos exponentes del "Flower Power". Una tendencia que aún hoy es vivida por muchos jóvenes y adultos.
El Festival congregó grandes artistas de la época y confirmó a algunos desconocidos que en poco tiempo se convirtieron en verdaderas estrellas como es el caso de Joe Cocker y Santana. Los grandes conciertos del festival estuvieron protagonizados por The Who, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Bob Dylan y Blood, entre muchos más grupos y artistas.  
http://funversion.universia.es/musica/reportaje/woodstock69.jsp

La gran lacra de estos años dorados fue la exaltación de los alucinógenos como drogas mágicas que aportaban creatividad y carisma.  Timoty Leary ensalzo el culto al L.S.D. hasta el punto de convertirlo en una religión, grandes artistas como Los Beatles, Los Stones o Dylan, reconocían implícitamente que utilizaban drogas para componer, y el consumo de es tos productos se extendió como un reguero de pólvora.
La psicodelia se manifestó en el arte, en la moda, en la música, las discos simulaban con luces estroboscópicas y proyecciones los efectos de ácido, la paz, el amor y la droga parecían conducir a los jóvenes al paraíso, pero el sueño termino en pesadilla.
 El resultado no se hizo esperar, en poco tiempo Janis Joplin, Jimi Hendrix  y Jim Morrisson  morían de sobredosis mientras miles de jóvenes se enganchaban a los estupefacientes y Joe Cocker tuvo que ser ingresado durante años a consecuencia de su adicción al alcohol y a las drogas.
Los ideales revolucionarios y pacifistas seguían en la onda, Ernesto Guevara, “EL CHE” se convirtió en un ídolo de masas, sus posters estaban en todas las paredes y su puro humeante presidia discotecas y universidades, pero poco a poco el sistema iba devorando a sus hijos y los ideales se transformaron en modas, los hippies en yuppies y los dioses en  ídolos.  Las discográficas  extendieron su imperio y lo que empezó como un movimiento revolucionario, se convirtió en una industria. Era el final de una época.
En el próximo capítulo intentaré  razonar porqué todo acabó siendo un parque temático y adonde fueron a parar los sueños de los años dorados, pero eso es otra historia.

JUANMAROMO






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