En estos tiempos materialistas y ateos, es reconfortante encontrar personas, que todavía tienen un huequecito en su alma para la amistad y para el amor.
Incluso para el amor prohibido... ¿se puede prohibir el amor?, donde debe estar la forntera entre lo licito e ilícito, entre lo ético o perverso en una relación amorosa?
Cuando en una cultura judeocrsitiana como la nuestra, el amor y la pareja están supeditadas a la procreación y los usos sociales, poco margen de maniobra nos dejan para disfrutar de un amor furtivo, de una amor contracorriente.... ¿se puede amar a una persona durante mas de treinta años, en silencio, sin esperanza, pero manteniendo viva esa llama?
Pues si, se puede, yo lo he visto con mis propios ojos. Yo he visto como un hombre hecho y derecho, curtido por los golpes de la vida, veía a su amor prohibido, a la mujer que ha estado amando durante siete lustros, y los ojos se le enturbiaban, la voz le temblaba y en unos segundos se transformaba en un niño indefenso.
Fue un instante casi imperceptible, pero durante unos instantes yo vi a aquel hombre llorar lagrimas de fuego hacia adentro, como si el tiempo no hubiera pasado, como si el amor fuera eterno....
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