martes, 29 de mayo de 2012

LA SECTA ENSANGRENTADA




Habían destrozado mi vida, desde que captaron a mi esposa todo fue de mal en peor, y lo que hasta entonces había sido sano erotismo, se convirtió en sucio y pecaminoso. Su contagiosa alegría dio paso a un fanatismo intransigente, y la educación de nuestros hijos acabo siendo una caza de brujas en la que me negué a participar, por eso, cuando me ofrecieron investigar la secta, acepté a pesar del peligro que ello suponía.
               Empecé por frecuentar los lugares donde solían reunirse, el plan era infiltrarme en la organización y estudiar su estructura jerárquica y para ello debía ganarme su confianza, por de pronto, conocía los principios de su doctrina, pues mi mujer intentó convertirme por todos los medios aunque acabó desistiendo.
               Sus templos eran amplios pero tenebrosos, daba la impresión de que siempre había alguien espiando. Me llamó la atención que a diferencia de otras sectas, la mayoría de sus adeptos eran mujeres de edad avanzada, y la vitalidad y energía de otros grupos brillaban por su ausencia, no comprendía como una doctrina basada en el miedo y la intolerancia pudiera tener tantos fieles.
             Tras meses de soportar sus diatribas y haber participado en sus ritos sangrientos decidí presentarme a uno de sus lugartenientes. Era un hombre entrado en años y de gesto adusto, pero cuando le mostré mi intención de colaborar económicamente en el mantenimiento del culto, me hizo pasar a su despacho y me ofreció todo tipo de facilidades.
               La investigación fue ardua y peligrosa pero a pesar de la continuas presiones y amenazas, concluí mi informe y lo entregué a la judicatura por su sus actividades eran constitutivas de delito.
               La secta tiene una estructura piramidal, está presidida por un sumo sacerdote nombrado a título vitalicio por el consejo de ancianos en un ritual secreto, El sistema es una dictadura, no existe ningún principio democrático en sus estatutos, los disidentes son expulsados y a veces perseguidos. Socialmente es una organización patriarcal, las mujeres son apartadas de la dirección y dejadas totalmente al margen salvo grupos de seguidoras fanáticas que se entierran de por vida en centros totalmente aislados del mundo exterior. La distribución de las rentas dentro de sus cuadros es totalmente insolidaria, mientras los estamentos inferiores pasan estrecheces y penurias, los mandos intermedios viven como brillantes ejecutivos y la cúpula se codea con la plutocracia de todo el orbe.
               Poseen centros de internamiento donde los niños son instruidos en su filosofía y en sus preceptos, muchos de ellos pasan largos periodos separados de sus padres a fin de que la inmersión ideológica sea lo más integral posible y en innumerables ocasiones son victimas de violaciones y abusos sexsuales que siempre quedan impunes. Hay que resaltar la educación clasista y represiva que se les inculca, son machistas y fetichistas y sus dios tiene miles de rostros dependiendo de los países o de las ciudades, fomentan las familias numerosas y son acérrimos de sacrificios y penitencias que llegan hasta la crueldad y el masoquismo.
               Llama la atención la obsesiva persecución de la sexualidad que proclaman todos sus postulados, todos sus oficiantes son sometidos a lavados de cerebro durante años en rígidos internados y al final del proceso se les somete a un castración psíquica en una ceromonia cerrada, cuyos efectos duran para toda la vida, muchos de ellos son enviados por todo el planeta en busca de nuevos mercados en donde tender sus redes especulativas.
                En cuanto a sus finanzas, se sabe que constituyen una multinacional que abarca los cinco continentes, controlan bancos e inmobiliarias y en sus palacios atesoran obras de arte de valor incalculable. Reciben ayudas millonarias de muchos estados y se sabe que colaboran con las mafias internacionales, y que en nombre de su dios fomentan las dictaduras y desprecian los derechos humanos, son defensores de la pena de muerte y la tortura, de hecho en el pasado, la han ejecutado en sus disidentes, su patrimonio y poder político supera con creces al de muchos paises.       
               Como todas las sectas, se imponen gracias al miedo y la represión, llegaron a su máximo esplendor a mediados del siglo XX pero el integrismo de sus últimos gurús le han restado muchos adeptos, por desgracia la llagada al poder de la derecha parafascista les está devolviendo de nuevo a la palestra, es inconcebible que un culto basado en la muerte, la sangre y el terror mantenga su vigencia en estos tiempos.
Después de permanece durante tanto tiempo entre ellos, me sigue extrañando su anacrónico nombre "Santa Iglesia católica, Apostólica y Romana.

JUANMAROMO

EL PECADO ORIGINAL


Iahvé ordenó al hombre "creced y multiplicaros", pero Eva sedujo a Adán y le descubrió un paraíso mucho más sugerente. El fruto del bien y del mal no se mecía en las ramas de un árbol, maduraba entre los cálidos muslos de la mujer. 
Cuando el hombre probó de esa fruta y conoció el amor, se sintió tan poderoso que osó desafiar la divina dictadura y dios les castigó con el destierro y la muerte, pero no pudo arrebatarle el legado que en algunos momentos le permite regresar por unos intentes al Edén.

Juanmaromo

lunes, 7 de mayo de 2012

SUMARÍSIMO





Llevaba meses luchando contra sí mismo. Se habían conocido en un foro de música y poesía y desde el principio se estableció una complicidad que pronto derivó en afecto. Se contaron su vida, sus pensamientos, sus ideas, y poco a poco se fue tejiendo una red en la que ambos quedaron atrapados. Él estaba felizmente casado, amaba su mujer por encima de todo, compartían intereses, afectos e ideales, cuarenta años juntos sin un desliz ni siquiera un pensamiento, cuarenta años de amor que rememoraban noche a noche mientras se amaban con una pasión incombustible.
Desde el principio, le contó su relación, pensaba que no había nada que ocultar, no tenía amigos y había encontrado en ella a esa persona en quien confiar y con la que sentirse imprescindible, pero surgieron las llamadas al móvil y los mensajes clandestinos, la temperatura empezó a subir hasta hacerse realmente insoportable.
Siempre se negó a un encuentro, sabia de su fragilidad y temía llegar a un punto de no retorno, el tiempo pasaba y la relación se hacía cada vez más tórrida y aunque jamás hubo ningún componente sexual explicito entre ellos, la pasión desbordaba entre líneas.
La esposa se percató enseguida del cambio, él le confirmó sus sentimientos, el profundo cariño que les unía pero también le dejó bien sentado que no había amor entre ellos, que para él no había más mujer que su mujer, y que jamás la dejaria por nadie pero la cizaña de la sospecha empezó a extenderse en su trigal.
Ayer tuvo un día de perros, una reunión a puerta cerrada durante horas, el teléfono apagado y la tensión desbordando por los poros, cuando salió del despacho, entró en una cafetería a tomar unas tapas, la cerveza helada fue como un bautismo que le despejó la mente. De repente se percató que tenía el teléfono apagado, al conectarlo, varias llamada perdidas entraron al asalto, su mujer la había requerido insistentemente, pero nadie había contestado. Le llamó y en su tono de voz comprendió que algo grave sucedía, cuando llegó a casa, empezó el tercer grado, o más bien la lista de acusaciones,    -  ¡dime donde has estado, porque ya sé con quien!-. ¿Cuantas veces has estado follando con esa zorra sin que yo me enterara? ... El juicio sumarisimo no hacia más que empezar.
De nada sirvieron sus negativas ni sus razones, y lo peor de todo, es que no había rabia ni rencor en sus reproches, había un profundo y desgarrador sufrimiento, llegó a olfatear su entrepierna a oler sus cabellos y registrar su bolso en busca de la evidencia, pero aunque no encontró pruebas, el veredicto estaba sellado, él le había sido infiel.
Aquella fue una noche terrible, nada hay peor que ser declarado culpable de un delito imaginario, pero la sentencia estaba firmada.
Al día siguiente, al llegar al despacho, lo primero que hizo fue descolgar el teléfono, marcó la tecla número tres, y se asomó al vacio.
 - Irene, amor mío ¿nos vemos esta tarde?...

JUANMAROMO