miércoles, 24 de febrero de 2010

LA CULPA ES NEGRA Y PELUDA

No deja de asombrarme la capacidad que tenemos para eludir responsabilidades y cargar las culpas a terceros, sobre todos si son instituciones o gobiernos. 
Estamos sufriendo la peor crisis financiera desde la segunda guerra mundial que a su vez a provocado una crisis económica sin precedentes.
Cuando hace ocho años, los analistas nos alertaban de la formación de una “Burbuja inmobiliaria”, nadie les hizo caso, las hipoteca bajaban, el valor de los pisos subía desmesuradamente y todos nos creíamos ricos. 
Hace seis años, algunos economistas, empezaron a recomendar que se suprimiera la desgravación en la declaración de renta por la adquisición de vivienda, pero sindicatos y ciudadanos se les echaron encima. 
En los últimos cuatro años ya eran legión los que recomendaban una subida de intereses y la restricción crediticia para las hipotecas dudosas, pero nadie tuvo el valor de afrontar unas medidas tan impopulares, el gobierno por la pérdida de votos, los bancos, por el beneficio rápido en comisiones, y la ciudadanía que se negaba a creer lo que se le venía encima. 
La burbuja estalló y entonces fue el llanto y crujir de dientes, los que hace unos meses se jactaban de haber conseguido un credito por el 120% del valor del piso tenían problemas para pagar los recibos, los que daban saltos de alegría cada vez que el precio de sus viviendas subía como la espuma, ahora se rasgaban las vestiduras porque no lograban vender sus últimas adqisiciones ni por la mitad. 
Mientras tanto, los bancos con las arcas vacías de dinero y llenas de ladrillos, cerraron el grifo de los créditos, las pequeñas empresas se quedaron sin financiación y empezó la bola de impagados. Luego vinieron los concursos de acreedores, los cierres y los despidos masivos. 
Autónomos, pequeños empresarios y trabajadores que en nada habían participado para formar la gigantesca burbuja, fueron los primeros damnificados, mientras el sistema financiero, el principal culpable del descalabro, recibía préstamos multimillonarios de los estados a bajísimo interés para evitar un crack como el del 29. Pero lo mejor de todo es que los responsable físicos de esta hecatombe, los presidentes y consejeros de los grandes bancos, no solo mantuvieron sus puestos y sus salarios astronómicos, si no que tuvieron la desfachatez de aumentarlos.

Todos somos culpable en mayor o menor grado de la crisis, los especuladores por buscar riquezas desorbitadas, los bancos por financiar hipotecas basura, el estado, por no frenar esa carrera hacia el desastre, y sindicatos y ciudadanos por oponerse a medidas inevitables para evitar el caos, pero ahora todos nos sacudimos las pulgas y se las echamos al gobierno, que la tiene y mucha, pero no asumir nuestra parte de responsabilidad supone que no hemos entendido nada, y que dentro de unos años volveremos a caer en las mismas, suponiendo que salgamos de esta.

jueves, 18 de febrero de 2010

EL ESPEJO OSCURO DE UNA MUJER


Vivo en un mundo de mujeres, tengo dos hijas y dos nietas, mi mujer y una pléyade de amigas que me cuentan sus anhelos, esperanzas y frustraciones. Estoy empezando a escarbar en la corteza del espíritu femenino, un mundo abismalmente insondable para la mayoría de los hombres, que carecemos de la sensibilidad y la intuición para movernos en aguas tan profundas.
La mujeres sois fuertes, sensibles, intuitivas, constantes y abnegadas, pero hay algo que os pierde, y es la envidia. No hay nada más que observar quien es el peor enemigos de la mujer en el trabajo, otra mujer,  parafraseando a Tito Marcio diríamos que “Femina lupa feminae”.
Las mujeres os desangráis en luchas intestinas, empleáis los codos las uñas y los dientes unas contra otras, mientras los hombres os pisotean y os dejan atrás en la carrera por los mejores puestos.  Estoy harto de escuchar como la mayoría de las mujeres prefieren tener como jefe a un hombre antes que a una mujer.
El día que toméis conciencia de vuestra fuerza, el día que aparquéis vuestras mezquinas rencillas y hagáis un frente común contra la discriminación laboral y social, tendréis la batalla ganada, mientras  tanto os estáis desgastando en escaramuzas fratricidas que solo os llevan a la frustración y a la marginación. Me es del todo incomprensible como una mujer capaz de los mayores sacrificios, de sembrar el mundo de amor y de ternura, sea a la vez capaz de las mayores crueldades con sus congéneres. Seguramente será porque todavía me queda mucho que aprender de vosotras.
JUANMAROMO

martes, 16 de febrero de 2010

PARÁBOLA DE LOS DOS HERMANOS

Un padre legó a sus hijos sus tierras, eran unos campos fecundos y ricos, pero había que cultivarlos. Josuhe se puso a trabajar de inmediato, lo sembró de palabras amables, cariño, ternura. No había día que no arrancara los malos entendidos, los rencores y llenara los huecos con las semillas del perdón y de la compasión.
Su hermano sin embargo, dejó las tierras al barbecho, y se llenaron de cardos, malezas y cizañas, las víboras anidaron en sus tierras, y el suelo se endureció hasta hacerse como la piedra.
Llegó la primavera, y los trigales se llenaron de pajarillos y amapolas, los ruiseñores cantaban a su vera y los granos maduraban día a día.
Las tierras baldías se convirtieron en pedregales donde solo las alimañas hacían sus nidos y tan solo los abrojos, odios y envidias crecían a sus anchas.
Una mañana, en la que Joshue, estaba cuidando con cariño sus tierras doradas por el sol, fue sorprendido por su hermano , que ciego de envidia, le golpeó la cabeza hasta matarle, después, prendió fuego los sembrados, y arrasó los campos, y con ellos los nidos de los pajarillos que allí moraban. De repente, una nube de aves oscureció el cielo y ciegas de cólera, atacaron a Isacar, arrancándole a picotazos la carne hasta dejarle tan solo el puro hueso.
Pasaron los años, y las tierras de Isacar, se convirtieron en cenagales infectos, mientras que los sembrados de Josuhel, reverdecían de año en año, y los pajarillos encontraban en ellas refugio y sustento.
Nuestras obras perdurarán mas allá de nosotros, tanto el bien como el mal que hayamos sembrado, quedará en el recuerdo de las generaciones venideras y sus frutos serán el legado de nuestro paso por la vida.

JUANMAROMO

martes, 9 de febrero de 2010

FRASES DE JUANMAROMO. IV




La sonrisa es la única luz que no deja de iluminar cuando se apaga.
Un día sin decir ¡Gracias¡ es un día perdido.
Cuando todo te molesta, acabas siendo la molestia.
Si no buscas lo que encuentras, te encontrarás lo que no buscas.
El primer amor deja una brasa que nos calienta toda la vida.
¿Cómo puedes creer en Dios si no crees en el hombre?
La verdad hiere, la mentira envenena, la duda mata.
La vida es el camino entre el principio del fin y el fin del principio.
La mujer puede ser Dios o demonio, el hombre o es hombre o es un pobre diablo.
Confundir sexo con sexualidad es confundir una hoguera con una aurora.
En el amor, la mujer arde, el hombre se quema.
El ateísmo es otra forma de religión,  negar la existencia de Dios es tan imposible como demostrarla.